Bienaventurados los pobres en espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Mateo 5:3
180 Grados es un programa de apoyo y recuperación para personas con adicciones, hábitos y heridas que le impiden vivir a la plenitud.
Nuestro Objetivo
Esperamos que en un ambiente de respeto, apoyo y compañerismo, logremos:
- Cambios positivos al compartir nuestras experiencias, fortalezas y esperanzas.
- Superar heridas, frustraciones, hábitos y adicciones que nos impiden vivir la vida a plenitud.
- Celebrar el poder sanador de Dios en nuestras vidas.
La ayuda y servicios que ofrece 180 grados son completamente gratis.
Solo requerimos un compromiso genuino y la disposición para seguir consistentemente el plan individual y/o grupal que se determine según la
necesidad de cada cual.
Solo requerimos un compromiso genuino y la disposición para seguir consistentemente el plan individual y/o grupal que se determine según la
necesidad de cada cual.
Ocho Principios en la Recuperación Basados en las Bienaventuranzas
(Tomado del libro Celebremos la Recuperación de John Baker)
Reconozco que no soy Dios. Admito que no tengo poder para controlar mi tendencia y que mi vida es inmanejable.
Dichosos los pobres en espíritu.
En forma sincera creo que Dios existe, que le intereso y que El tiene el poder para ayudarme en mi recuperación.
Dichosos los que lloran porque serán consolados.
Conscientemente decido comprometer toda mi vida y voluntad al cuidado y control de Cristo.
Dichosos los humildes.
Una apertura para un autoexamen y confesión de mis faltas a mi mismo, a Dios y a alguien en quien confío.
Dichosos los de corazón limpio.
Para que Dios pueda hacer los cambios en mi vida, me someto voluntariamente a El y con humildad de pido que quite mis defectos de carácter.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia.
Evalúo mis relaciones. Ofrezco perdón a aquellos que me han dañado y enmiendo los daños que he ocasionado a otros, excepto cuando tales enmiendas pudieran causar daños a ellos o a terceros.
Dichosos los compasivos. Dichosos los que trabajan por la paz.
Reservo un tiempo diario con Dios para una autoevaluación, lectura de la Biblia y oración, para conocer a Dios y Su voluntad para mi vida y obtener el poder para cumpliría.
Al rendir mi vida a Dios para ser usada puedo llevar estas Buenas Nuevas a otros, tanto como mi ejemplo como mis palabras.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece.
Dichosos los pobres en espíritu.
En forma sincera creo que Dios existe, que le intereso y que El tiene el poder para ayudarme en mi recuperación.
Dichosos los que lloran porque serán consolados.
Conscientemente decido comprometer toda mi vida y voluntad al cuidado y control de Cristo.
Dichosos los humildes.
Una apertura para un autoexamen y confesión de mis faltas a mi mismo, a Dios y a alguien en quien confío.
Dichosos los de corazón limpio.
Para que Dios pueda hacer los cambios en mi vida, me someto voluntariamente a El y con humildad de pido que quite mis defectos de carácter.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia.
Evalúo mis relaciones. Ofrezco perdón a aquellos que me han dañado y enmiendo los daños que he ocasionado a otros, excepto cuando tales enmiendas pudieran causar daños a ellos o a terceros.
Dichosos los compasivos. Dichosos los que trabajan por la paz.
Reservo un tiempo diario con Dios para una autoevaluación, lectura de la Biblia y oración, para conocer a Dios y Su voluntad para mi vida y obtener el poder para cumpliría.
Al rendir mi vida a Dios para ser usada puedo llevar estas Buenas Nuevas a otros, tanto como mi ejemplo como mis palabras.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece.