Día 32 - 40 Días de Oración

La familiaridad con este pasaje puede hacer que pasemos por alto el desafío que nos plantea. Se nos invita a disfrutar de una vida eterna con Cristo ahora, a conocer Su amor y, por medio de Su Espíritu en nosotros, dar a conocer Su amor. 1 Juan 3:16 nos recuerda que “Jesucristo entregó Su vida por nosotros, y nosotros debemos dar nuestra vida por nuestros hermanos y hermanas.” Al decir esto, Juan conecta el acto de Jesús entregando Su vida por nosotros (Juan 10:11) con el llamado a los seguidores de Jesús a entregarse unos a otros (1 Juan 3:16).

La invitación a seguir a Jesús requiere rendirnos diariamente a Su voluntad. Esta es la esencia de la vida en Cristo: que nos volvamos como Él al hacer las cosas que Él hace; sobre todo, amando a Dios, al prójimo y a nosotros mismos por la gracia de Su Espíritu en nosotros. Esto significa que Juan 3:16 no es solo una declaración de lo que Dios ha hecho por nosotros, sino también es una invitación para amar al mundo como Dios ama el mundo. Él dio lo mejor de Sí mismo para transformar el mundo que estaba distante de Él, que incluso se oponía a Él. ¿Y tú? ¿Cómo sería para ti dar de ti mismo, confiando en que Dios puede usar ese acto de amor para transformar a otros? ¿A quién el Señor te está invitando a amar hoy de manera concreta?