Catedral de la Esperanza

Día 34 - 40 Días de Oración

EL AMOR DE DIOS ESTÁ CERCA

ROMANOS 8:35–39

Nada.
Nada puede deshacerlo; nadie puede quitarlo;
ninguna acción puede romperlo.

Nada.
No mi pasado, errores de ayer, fracasos aún recordados, sentido de culpa o tristeza. Mi pasado no puede separarme del amor de Jesús.
 
No mis desafíos al despertar, las decepciones diarias o las oportunidades perdidas. Mi presente no puede separarme del amor de Jesús,

No mi futuro; ninguna debilidad; ninguna impotencia; ningún problema de salud. Mi futuro no puede separarme del amor de Jesús.

Nada dentro de mí—
Ni arrogancia ni el orgullo, ni pensamientos ansiosos ni miedos, ni confusión ni desánimo.

Nada fuera de mí—
Ni enemigos, ni persecuciones, ni decadencia económica.

Nada pudo, nada puede, nada podrá separarme del amor de Jesús.
Nada.
Nada.
Nada puede separarme del amor de Jesús.

El amor de Jesús transforma a los débiles y vulnerables en vencedores, fracasos y pérdidas en triunfos, siervos abrumados en más que vencedores, debilidad en fuerza perfeccionada––todo a través del amor de Jesús.  

No Comments


Recent

Archive

Categories

Tags