Catedral de la Esperanza

Día 36 - 40 Días de Oración

SEGÚN SU AMOR

SALMO 25:6–7

Después de escuchar un sermón que me recordó lo a menudo que fallo, le pedí al Espíritu Santo que revelara cualquier cosa que estuviera afectando mi relación con Dios. Inmediatamente, sentí que el Espíritu decía: “Quiero que te deleites en el amor del Padre por ti”. Para aquellos de nosotros que lidiamos con la vergüenza, esta respuesta puede parecer sorprendente. ¿No debería haberme dicho “endereza tu vida”? Pero creo que escuché al Señor correctamente.

En el Salmo 25:6–7, David le suplica a Dios que recuerde Su gran misericordia y amor, diciendo: “No te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis rebeldías; según tu amor, recuérdame, porque tú eres bueno”. Mientras leía el pasaje, me llamó la atención que David hizo su petición antes de que Jesús fuera a la Cruz. Como creyentes que hemos sido salvos por gracia, no necesitamos suplicar a Dios para que olvide nuestros pecados. En lugar de pedirle que recuerde Su misericordia y amor, necesitamos recordarnos a nosotros mismos cuánto Él nos ama; en otras palabras, deleitarnos en Su amor.

Para vivir verdaderamente en libertad, debemos entender que la Cruz lo cambia todo. Gracias a lo que hizo Jesús, todo nuestro pecado, toda nuestra vergüenza están bajo Su sangre... y Dios ya no lo recuerda. Cuando el Padre nos mira, no ve nuestros pecados ni fracasos; Él ve a Su hijo amado a través de ojos de gracia y misericordia. 

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