Día 9 - 40 Días de Oración

Siempre que paso tiempo con un obrero internacional, escucho la misma pregunta: “Michelle, ¿conoces a alguien que pueda venir a servir con nosotros?”

Como seguidores de Cristo, cada uno de nosotros está llamado a ser testigo de Cristo ante las personas con las que nos encontramos. Independientemente de dónde nos encontremos, la llamada es la misma: ser sus testigos y hablar de Él a las personas en todas partes (Hechos 1:8). Sin embargo, casi la mitad de la población mundial aún no ha escuchado el nombre de Jesús ni ha conocido a un cristiano y no tiene acceso al Evangelio ni la posibilidad de que alguien ore con ellos en el nombre de Jesús. No tienen una comprensión completa del amor extremadamente generoso, la gracia y el perdón de Dios que alguien les puede compartir cuando se encuentra con ellos.

En Mateo 9:36-38, Jesús dice a sus discípulos: “Pedid al Señor de la mies... que envíe obreros”.
En el versículo 36, vemos su motivación: “Tuvo compasión de ellos porque estaban confundidos y desamparados, como ovejas sin pastor”.

Su compasión le impulsó a ordenar a sus discípulos que oraran por los obreros. ¿Cómo podemos alcanzar compasivamente al mundo para Cristo? Oramos por más obreros internacionales. Dios llama a las personas a dejar atrás su vida actual para abrazar un nuevo destino como hogar, adaptarse a una nueva cultura, aprender un nuevo idioma y compartir a Cristo con nuevas personas. Mi familia de Hechos 1:8, nuestros obreros internacionales necesitan compañeros de equipo. ¿Orarías para que el Señor envíe nuevos obreros, y le preguntarías si te está enviando a ti?