Catedral de la Esperanza

Adviento - Semana 1


La Vela de la Esperanza


Por: Marv Nelson

Una invitación
Prepárate para responder a Dios, al ir ante Él con la expectativa de conocerle en Su Palabra. Ven con la expectativa de recibir una Palabra directa para ti en este momento, en sus sagradas escrituras. Ora “Espíritu Santo, te invito a que ilumines tu Palabra para mí, háblame y empodérame para aplicar tu palabra en mi vida”.

Lee
Génesis 3:15; Lucas 1:30-33; Jeremías 33:14-16

Luego del ministerio profético de Malaquías, el silencio cayó sobre el Pueblo de Dios por 400 años. La tiranía se convirtió en la norma en sus vidas. Dios había hecho la promesa de un Rey que vendría, pero nadie había visto su cumplimiento aún y la desesperanza comenzó a caer entre el pueblo de Dios. Sin embargo, en este silencio, el Señor trajo un mensaje a la joven María. Este mensaje es uno de esperanza.

El mensajero de Dios trajo noticias de parte del Señor a una joven mujer, finalmente se cumpliría la promesa que el Señor había hecho. La primera promesa en el jardín, y cada promesa entre medio de Aquel que vendría, ahora se desdoblaba frente a sus ojos. Esta promesa cumplida también trajo consigo la esperanza del cumplimiento de todas las otras promesas que el Señor había hecho a su pueblo.

Ella, María, es quien daría a Luz esta gran esperanza. Ella, muy favorecida y bendecida, tuvo el honor de llevar esperanza en su vientre, trayendo esperanza al mundo y viendo la esperanza crecer en el alma de todos los que se encontrarían con su hijo. El adviento de su joven hijo sería la chispa de esperanza que encendería una nueva esperanza - no solo para los judíos, sino también para el resto del mundo.

Dios dijo que la esperanza vendría, y la esperanza vino, ¡el nombre de la esperanza es Jesús! Ahora sabemos que hay una nueva promesa, ¡la promesa de su regreso! Hablemos en esta expectante esperanza y esperemos con ansias el regreso de nuestra esperanza: ¡Jesús!

Oración
Que podamos depositar nuestra esperanza en Aquel que vendrá, Aquel que fue prometido, quien vino y volverá. Así como cumplió Su promesa antes, podemos tener la esperanza de que cumplirá Su promesa otra vez.

Señor, en un mundo sin esperanza, necesito la esperanza que solo tú puedes ofrecer. Dame la habilidad para confiar en ti y en tus promesas hoy. Permíteme ver los momentos en mi vida en los cuales has cumplido tus promesas y fortaléceme para vivir una vida de esperanza hoy. Amén.

Posted in
Posted in ,

No Comments


Recent

Archive

Categories

Tags