Día 10 - 40 Días de Oración

Mientras continuamos reflexionando sobre el carácter firme e inmutable de Jesucristo, Juan comienza su evangelio haciéndonos saber que Cristo Jesús ha existido siempre.

“En el principio era el Verbo” nos lleva al mismo origen de todas las cosas, recordándonos que Él existía antes de la creación y antes de que comenzara el tiempo. “El Verbo era con Dios” nos muestra que Jesús no es una deidad distante, sino uno que está profundamente conectado con el Padre, compartiendo la esencia y el propósito divino. “El Verbo era Dios” declara explícitamente la divinidad de Jesús. Él no es meramente un profeta o un maestro, sino Dios mismo, que ha venido a revelar al Padre a nosotros. Esta verdad es fundamental para nuestra fe. Nos asegura que cuando encontramos a Jesús, encontramos a Dios en toda su plenitud.

Al reflexionar sobre este versículo, los invito a considerar la importancia de Jesús en nuestras vidas. Él es el Verbo Eterno que habló la creación a la existencia, el Verbo Vivo que vino a habitar entre nosotros y el Verbo Final que revela el amor y la redención de Dios. Al meditar en Juan 1:1, recordemos el poder, la presencia y la preeminencia de Cristo. Que estas verdades profundicen nuestra fe, fortalezcan nuestra esperanza e inspiren a vivir y amar verdaderamente como Jesús. En cada comienzo, en cada momento, a través de cada dificultad, reconozcamos a Jesús como el Verbo que siempre está con nosotros y es siempre Dios.