Día 24 - 40 Días de Oración

Es sencillo vivir vidas cotidianas dentro del marco de lo que es posible. En un mundo que valora lo pragmático y se burla de lo enigmático, nos sentimos tentados a seguir la corriente.

En Mateo 19, Jesús se encuentra con un hombre que ha prosperado dentro de esos límites. Ha seguido las reglas y ha construido una vida acomodada. Lo práctico le ha provisto de comodidades y la estructura lo ha sostenido como una buena almohada después de un día agotador.

El hombre le pregunta a Jesús: “Maestro, ¿qué debo hacer para tener vida eterna?” Este hombre asume que solo tiene que jugar según las reglas, en el campo de juego correcto. Le dice a Jesús: “Todas estas “leyes” las he guardado. ¿Qué me falta aún?” Está buscando pasos lógicos para conseguir una eternidad que desafíe la lógica. Desea la seguridad de un marco religioso, mientras que Jesús ofrece el desafío de una relación auténtica. Jesús pide su corazón, no solo su intelecto. Le dice: “Vende lo que posees y dáselo a los pobres.” Esto es imposible.

Mientras Jesús se entristece por el abismo que los ricos deben cruzar para encontrar la rendición y la muerte a sí mismos, sus discípulos interrumpen: “¿Quién, entonces, puede ser salvo?” A esto, Jesús responde: “Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todas las cosas son posibles.”

Jesús hace una invitación a aquellos que lo siguen. Deja lo pragmático y posible a la cultura. Únete al equipo de Jesús y vive tu vida sin límites.