Día 13 - 40 Días de Oración

El profeta Malaquías, está entregando un mensaje del Señor a los israelitas quienes no estaban viviendo de una manera que agradara a Dios. En los versículos anteriores al versículo seis, él critica su comportamiento, pero luego los alienta al recordarles que Él no ha cambiado. Les está llamando a regresar a Él. El mismo Dios que ha sido misericordioso y compasivo con las generaciones anteriores a ellos, hará lo mismo por ellos.

El ciclo de comportamiento pecaminoso, arrepentimiento, adoración y repetición se encuentra a lo largo de los relatos de los israelitas. Sin embargo, Dios nunca cambió. Permaneció fiel a Su pueblo incluso cuando le desobedecieron, le deshonraron y le menospreciaron. Fue paciente con ellos para que regresaran a Él, se arrepintieran de sus caminos y lo adoraran.

En Lamentaciones 3:22-23 NVI, se dice que “el amor constante del Señor nunca cesa; sus misericordias nunca tienen fin; son nuevas cada mañana; grande es tu fidelidad.” Esto es tan cierto hoy como lo era para los israelitas en aquel entonces.

Como padre, he notado que cuando mis hijos desobedecen, tienden a esconderse de mí. La vergüenza, el miedo a decepcionarme o las consecuencias crean una distancia dolorosa entre nosotros. A pesar de esto, los sigo amando, y cuando enfrentamos el problema, ellos experimentan el amor fiel de su madre sin importar lo que haya sucedido.

Dios el Padre desea lo mismo. No importa la situación, no importa el error, no importa la vergüenza; enfréntate a la situación. Experimenta hoy Su carácter inmutable de compasión, misericordia, amor y fidelidad.