Día 18 - 40 Días de Oración

Nuestro Dios reina sobre cualquier circunstancia que podamos enfrentar. Recordemos que Jeremías, con mucha valentía, declaró la soberanía de Dios. Incluso en medio de circunstancias difíciles, como fue el asedio babilónico y su propio encarcelamiento.

Cuando el ejército babilónico asedió Jerusalén y Jeremías fue encarcelado por el rey de Judá al profetizar la caída de la ciudad, él oró y dijo lo siguiente: “En Tu poder, creaste todo. No hay nada que no puedas hacer.”

Cuando nuestro mundo parece estar fuera de control y el mal parece prevalecer, podemos pasar por alto la presencia y el poder de Dios. Los conflictos globales, las tragedias, las emergencias médicas y las injusticias pueden parecer abrumadoras y nublar nuestro entendimiento de Dios. Nos llevan a preguntarnos, “¿Dónde está Dios?”

Son esos momentos en los cuales la naturaleza se convierte en un gran maestro. La creación da testimonio del Dios Omnipotente que estableció los cimientos de la tierra y la calma de los mares (Job 38), también del Dios compasivo que cuida a los gorriones y adorna los lirios (Mateo 6).

Cualquier situación difícil que estés enfrentando ahora mismo puede resultar abrumadora y hacerte dudar de la grandeza o bondad de Dios. Pero tan solo una pequeña reconexión con la naturaleza tiene la capacidad de alinear tu perspectiva teológica: un paseo por el bosque, el calor del sol en tu rostro o el canto de los pájaros en algún árbol cercano a ti.

Recuerda lo que el escritor del himno, Maltbie Babcock escribió sobre la soberanía de Dios durante sus frecuentes caminatas en la naturaleza en el estado de Nueva York:

“Este es el mundo de mi Padre. Oh, que nunca lo olvide, Que aunque el mal parece tan fuerte, Dios es aún el gobernante.”