Día 15 - 40 Días de Oración

El Señor describe a Job como una persona intachable, que le temía más que a cualquier otra cosa en la tierra. Sin embargo, Dios permitió que Satanás pusiera a prueba su fe. Job perdió a sus hijos, su riqueza y su salud. En un instante, la vida de Job se derrumbó, pero en lugar de maldecir a Dios, Job decidió adorar al Dios que da y también quita. Su sufrimiento continuó mientras se sentía condenado y criticado por sus amigos. Sentado en el polvo y las cenizas, Job se sumió en la depresión y se llenó de una profunda indignación mientras trataba de comprobar su integridad e inocencia. Finalmente, Job le exige a Dios que le dé una explicación y le cuestiona Su sabiduría. El Señor, que está cerca de los quebrantados de corazón, le respondió a Job haciéndole unas preguntas que él jamás podría contestar con su conocimiento limitado. Con gracia, Dios le reveló a Job Su presencia y poder de una manera personal, lo cual lo humilló, lo convenció y lo llevó al arrepentimiento, restaurando así su relación con el Señor.

Es posible que no entendamos el motivo de la infertilidad, la muerte repentina, las relaciones rotas o las discapacidades. Puede ser que podamos sentir que nuestra situación es injusta o que carece de sentido. Al igual que Job, tal vez nunca obtengamos respuestas a nuestras preguntas, pero incluso en medio del caos, nuestro Señor soberano está presente y anhela tener una relación más profunda con nosotros. Mientras continuamos confiando en el Señor, aunque no entendamos plenamente su voluntad, podemos declarar con total confianza en Dios: “Yo sé que Tú puedes hacer todo, y que nadie puede detenerte.”