Día 12 - 40 Días de Oración

“Dedícate”. Es un lenguaje que se escucha con frecuencia. Ser devoto implica dedicación y un compromiso inquebrantable. El pasaje de hoy comienza con la instrucción de que nuestra vida de oración, y cualquier fruto que surja de estas oraciones, comienza con la devoción.

¿Por qué debemos orar? Debemos orar para que las puertas se abran a nuestro mensaje, para que se proclame con claridad, para recibir sabiduría y no perder oportunidades. ¿Cómo lo hacemos? Lo hacemos con gracia, sazonada de tal manera que añada sabor (no irritación), y que brinde ideas a las muchas preguntas de la vida.

Parece sencillo, ¿verdad? Sin embargo, algunos te dirán que no lo es, que la gente no quiere escuchar nuestro mensaje, que la cultura ha cambiado y es hostil a la iglesia.

Jesús no está de acuerdo. Le dijo a sus seguidores, que a menudo cometen errores, que los campos están listos y disponibles para la cosecha; el problema es que hay escasez de obreros, su falta de convicción o simplemente su falta de voluntad eran obstáculos para superar.

Hoy, nuestra oración es que no seamos contados entre los pocos, los no convencidos y los que no quieren. En contraste con muchas de nuestras oraciones, tenemos un papel importante que desempeñar en la respuesta a esta oración. ¿Cómo? Estando dispuestos.

¿Buscarás, como Jesús, puertas abiertas? ¿Te comprometes a tocar frecuentemente estas puertas, consciente de que nosotros solos no podemos salvar a nadie? A Jesús le encanta entrar y comer con todos aquellos que le invitan a pasar.

El Espíritu Santo mueve los corazones del que escucha. Que nuestros pies caminen en sintonía con Su dirección.